martes, 6 de abril de 2010

Ya pasó más de un año… ¿y el SUBE dónde está?

El 4 de febrero de 2009 todos celebraron, aliviados, el anuncio de la Presidenta.
Cristina Fernández prometió por aquel entonces que, en 90 días, cinco millones de pasajeros iban a poder usar una tarjeta magnética para viajar en subte, en las 340 líneas de colectivos que recorren Capital Federal y en los siete trenes metropolitanos. Sí, sólo prometió: El servicio está disponible solamente en el subterráneo, en los ferrocarriles Urquiza y Belgrano Norte, y en seis líneas de ómnibus
La problemática de conseguir monedas sigue en vilo. Miles de personas hacen larguísimas colas en las estaciones de tren para cambiar billetes por monedas y así poder viajar en los transportes públicos.
La promesa de Cristina Kirchner fue vista por muchos con un fin electoral. El Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE) comenzó a funcionar parcialmente en junio, una semana antes de las elecciones legislativas. Entre junio y diciembre la Secretaría de Transporte repartió 700 mil plásticos inteligentes de los 5 millones que le compró a la empresa alemana G&D. En el Gobierno culparon de las demoras a las cámaras que representan a los auto transportistas de pasajeros y a los concesionarios ferroviarios. Según el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, los empresarios del sector pelearon por tener el control directo de la recaudación diaria de los boletos y entorpecieron la implementación del sistema. Finalmente, la discusión se resolvió en diciembre y las firmas de ómnibus aceptaron que Nación Servicios empezara a instalar máquinas validadoras en 1.360 colectivos de 15 compañías privadas. A fines de enero Schiavi anunció que los vehículos de las líneas están en fase de instalación. “En dos meses se sumarán a los móviles que ya tienen en uso lectoras de tarjetas magnéticas, colectivos de las líneas 6, 12, 23, 28, 39, 57, 86, 88, 102, 129, 159, 151, 168, 194 y 195”, informó mediante un comunicado oficial.
Durante este año, el plan del Ministerio de Transporte para descongelar el SUBE consiste en instalar cerca de dos mil equipos por mes en los 319 ómnibus restantes de los mil ramales que circulan en el área metropolitana. Una vez que se termine de equipar a los colectivos con 10 mil máquinas lectoras, se pasará a la segunda etapa: montar otras 7.500 validadoras en las estaciones de siete ferrocarriles. http://www.sube.gov.ar/VideoColectivo.aspx
El Gobierno corrigió varias veces los plazos de implementación que la Jefa de Estado le impuso al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime. Cuando se venció el primer plazo de tres meses, el ex funcionario aclaró que se trataba de días hábiles y extendió la fecha de vencimiento hasta fines de junio. Hoy ya pasó más de un año y el plan lanzado con bombos y trompetas no se ha hecho efectivo. Los usuarios de medios de transporte público esperan con ansias la implementación en todas las líneas de este proyecto muy acertado.

Ignacio Moras, Andrés Petruccelli y Juan Ignacio Viñuela

domingo, 4 de abril de 2010

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Cuenta Pendiente les da la bienvenida. El contenido del blog estará asociado con aquellos proyectos que nunca fueron finalizados o cumplidos. Construcciones, proyectos de ley, ampliaciones, reformas y mejoras que quedaron en la nada.